En las nubes

Un pequeño post personal

A veces me gusta dedicar algún post a temas personales. Creo que son  importantes y necesarios para que me puedas conocer un poco más, sobre todo si eres alguien que ha dado con esta guía de Nueva York en estos últimos meses y no sabes muy bien quién es la tía loca monotema que postea casi todos los días.

De vez en cuando veo que mucha gente se piensa que vivo en Nueva York. Siento quitarle glamour al tema, pero vivo en Barcelona. Aunque no me puedo quejar ya que he tenido la suerte de haber podido viajar a mi querida ciudad de los rascacielos cada 4 – 5 meses aproximadamente.

Para los que no lo sepáis, esta guía de Nueva York se llama así debido a un viaje que hice sola durante tres semanas a Nueva York en agosto del 2010. Tengo la historia de mi viaje publicada aquí, por si te la quieres leer un día que no puedas dormir. Aunque la primera vez que pisé NY fue en 1996 y desde entonces he ido más de 20 veces (literalmente)

A partir de ahí me vi sumergida en una obsesión por escribir y escribir sobre la ciudad, hasta que hace pocos meses dejé mi trabajo para dedicarme plenamente a esta web.

Mucha gente también me pregunta que por qué no me he ido a vivir a Nueva York.  La verdad es que durante muchísimos años viví obsesionada con la idea de irme. La cuestión era que no veía cómo. El obstáculo que siempre sentía era el puñetero tema laboral, no por la cuestión de la búsqueda de empleo, sino porque ni yo misma sabía a lo que me quería dedicar.

Lo único que tenía claro era que no quería irme de cualquier manera. Mi mayor conflicto personal era el no saber qué hacer laboralmente. A pesar de haber estudiado periodismo, siempre he trabajado en temas de marketing que no me gustaban lo más mínimo, llevándome a una angustia constante por no dar con esa felicidad laboral tan soñada. Así que hasta que no resolviera eso, no podía irme porque hubiera sido un mal vivir. No nos olvidemos que Nueva York es una ciudad muy dura.

Estos últimos años he ido centrando mi vida haciendo cosas que me llenaran, hasta que un día, en ese viaje que hice tres semanas sola en Nueva York, me di cuenta que lo único que me daba la vida era escribir  y estar en Nueva York. De ahí nació el blog y poco a poco, año tras año me fui labrando sin querer el camino profesional que tanto he deseado.

A través de la escritura, la fotografía y mis viajes a NY encontraría mi propia felicidad. Tampoco me considero una Elvira Lindo, ni mucho menos, ni a los pies le llego, pero lo que me produce estar delante del teclado a diario, me llena de una libertad indescriptible.

Hace justo tres meses me volví a plantear irme a Nueva York, pero ahora el obstáculo que veo es el económico. Y no nos engañemos, si hago el paso me gustaría irme con la misma comodidad que tengo en Barcelona,  un pisito de una o dos habitaciones en condiciones y nada de compartir…que una ya tiene 35 años, eso se traduce a tener un sueldo de unos 3000 – 4000 euros al mes, para poderte mantener tu solo. Y creo que no es mi realidad actual. Así que de momento me conformo con quedarme en Barcelona, arrancar todos mis proyectos y tengo que reconocer que esto de ir y venir tampoco está nada mal.

A ver si en diciembre os sorprendo con novedades 🙂

Abrazos!

 

 

 

 

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