Dear New York…
Dear New York,
Recuerdo la primera vez que nos presentaron. Era uno de esos días de verano de 1996. Tenía tan sólo 17 años y supe en aquel instante que tú y yo íbamos a tener una larga relación de amor.
Siempre que podía me escapaba a verte, y en cada uno de esos viajes, sentía que me mandabas un mismo mensaje. No conseguía saber que era, y a veces la frustración de no poder interpretar lo que me decías, se hacía más y más grande.
De repente un día me llamaste con fuerza y a gritos me dijiste que tenía que ir a visitarte sola durante 3 semanas. Y así lo hice.
Durante estas tres semanas a solas contigo, me ayudaste a creer en mi y a entender ese mensaje encriptado.
Gracias Nueva York por hacerme ver que todo es posible y por todo lo bueno que aún está por llegar.
Si has conectado con Nueva York, seguro que tú también tienes un mensaje por descifrar….