Así fue la experiencia de Elisenda sola en Nueva York
El motivo principal por el que me decidí a viajar sola a Nueva York, fue por mi gran amor a la ciudad. Desde pequeña soñaba con visitar la ciudad, vivir en ella, conocerla desde dentro.
El principal miedo al que me enfrente fue “el miedo a lo desconocido”. Hay muchos aspectos que hay que tener en cuenta antes de emprender un viaje tan largo. Siempre pensaba que por muy bien preparada que fuese, podrían haber situaciones imprevistas que uno debe estar preparado para superar lo mejor posible. Así que, el miedo al estar sola en una gran ciudad siempre te remueve por dentro, pero con una gran ilusión de emprender una nueva y gran aventura que sabes que cambiará tu vida para siempre.
Llegué una noche de Noviembre de 2007. Recuerdo las luces desde el avión que iluminaban toda la silueta de Manhattan, me impactó mucho. Y recuerdo, Times Square, no paraba de mirar al cielo, y sus rascacielos con sus luces. Me pareció estar en una película, mi primera impresión de la ciudad no pudo ser mejor, superó todas mis expectativas.
Sentí una mezcla de ansiedad, nervios, emoción, alegría!!! Fue un sueño hecho realidad. Sensación de libertad y felicidad absoluta e insuperable.
Me alojé en West New York, es un barrio de New Jersey a 10 minutos de Manhattan, un barrio latino con un encanto especial por su gente y costumbres. El apartamento estaba en una antigua fábrica textil muy al estilo neoyorquino. Me gustó muchísimo porque era muy auténtico.
Para mi también hubo un antes y un después, es una ciudad que no deja indiferente a nadie.
Nueva York hizo que viera las cosas desde un ángulo distinto. Al conocer tantas culturas distintas aprendes mucho a valorar pequeños detalles. Un ejemplo, son las comidas, puedes conocer las culturas a través de su gastronomía y esto en Nueva York es muy posible.
En este viaje sola en Nueva York, me deshice de muchos prejuicios y estoy encantadísima.
Si tuviera que animar a alguien a que se lance a llevar a cabo esta gran aventura, le diría que esta va a ser una de las mejores experiencias de su vida. Que no se lo piense dos veces porque tener la oportunidad de ir sola a Nueva York es única e irrepetible. Son sensaciones inexplicables que se tienen que vivir y te hacen vivir.
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