22 días sola en Nueva York – fotos
El otro día me puse a mirar fotos perdidas que tenía en mi disco duro. De repente me topé con una carpeta que ponía 22 días sola en Nueva York. Y madre mía, menuda nostalgia me dio volver a mirar las fotos de aquel viaje. El viaje donde empezó todo. Los cimientos de este blog de Nueva York.
Fue ahí donde descubrí que la soledad no tenía porque ser mala, sino un momento en la vida de cada uno para reflexionar y para ver las cosas desde otro punto de vista. Es un momento en tu vida para crecer, conocerte, amarte y sobretodo valorar todo aquello que te rodea. Pero es cierto que para llegar al punto de no verla como un sentimiento negativo, hay que tocar fondo.
En esta vida hay que saber estar solo con uno mismo. Una vez aprendes a que estar solo es tan positivo como estar acompañado, serás la persona más feliz del mundo y todo aquello que desees sucederá. Y no por arte de magia, sino porque habrás conseguido confiar en ti y emitirás una energía positiva al mundo que te seguirá dando ingredientes para alimentar tu felicidad.
Parezco un libro de autoayuda.
He querido dedicarle el post de hoy a alguna de esas fotos que guardo en la memoria. Cada una de ellas me transporta a un recuerdo y momento de aquel viaje.
La verdad es que la que me ha hecho más gracia es la foto que preside este post. Ver este blog de Nueva York en su primera semana de vida, con aquel diseño que me hizo el día antes mi amiga Cristina y ver el título original de entonces, no tiene precio.
En aquella época no tenia cámara reflex. Hay más paisaje que gente, es lo que tiene viajar solo 🙂