Mi verano en pocas palabras
Así han sido mis días en Nueva York este verano
La que llevaba yo sin escribir un post. Te pido disculpas por este mini parón de contenidos que he hecho este verano. La verdad es que ya tenía ganas de retomar la escritura y mover un poco la web.
No sé ni por donde empezar. Ha sido un verano tan intenso y cargado de emociones que es difícil de expresar.
Supongo que si has seguido un poco mi instagram ya sabrás por donde voy.
Te voy a hacer un resumen rápido de todo lo vivido y más abajo os dejaré algunas fotitos que representan esos momentos mágicos.
Este mes de agosto volé a Nueva York con mi pareja y mi hija de 1 año. Era la primera vez que viajaba a Nueva York con ella. La historia de cómo conocí a Ivan tiene algo de unión con Nueva York, así que siempre decimos que en cierto modo, Nueva York nos ha unido. Es por eso que volar con mi hija a nuestra querida ciudad, era algo muy especial. Sé que ella va a tener la oportunidad de vivirla muy de pequeñita y eso a mi me llena de emoción.
Con ella he empezado a descubrir otro Nueva York, un Nueva York con niños que me despierta dos sentimientos contradictorios, uno es la cantidad de cosas que he descubierto que puedes hacer con niños en la ciudad, y otro es lo duro que es moverse con un carrito.
Poco a poco fuimos adaptando su ritmo al día a día, y al final conseguimos disfrutar de un NY en familia sin morir en el intento. Pero esto da para otro post mucho más extenso que quiero publicar en breve, sobre mis primeras reacciones al viajar con niños tan peques.
Pocas semanas antes de volar a Nueva York, nos comprometimos. Oh Yeah!!! y qué mejor lugar que Nueva York para casarnos. Así que en una semana ya lo tenía organizado, lugar de la ceremonia, alianzas, vestido y maquillaje… Probablemente haya sido la boda más express del mundo, pero era lo que queríamos. Nada de complicaciones. También esto dará para otro post más extenso, así que si tenéis hambre de más detalles, dentro de unos días os cuento más.
Luego me llegaron las chicas del viaje que tenía previsto en agosto. Madre mía qué risas nos echamos y cuanto caminamos (como de costumbre) Siempre les digo que esto es como hacer el camino de Santiago pero en asfalto y entre rascacielos.
Después del viaje nos quedamos pocos días más por Nueva York disfrutando en familia. Como siempre, me quedé en mi barrio querido, mi lugar en el mundo, Carroll Gardens. Recuerdo cada día pasear por esas calles con una emoción única, recordando en todo momento ese viaje que hice sola a Nueva York en agosto del 2010, y que tanto me cambió la vida.
Caminando por President St daba gracias por todo lo que tengo. Siempre tendemos a pensar en todo aquello que no tenemos, y nunca pensamos en todo lo que tenemos y nos hace felices. Muchas veces creemos que la felicidad está en todo aquello que todavía no palpamos, pero no es así.
Párate a pensar en lo que ya tienes. Seguro que puedes hacer una lista muy larga, y sobre todo no olvides de sentir gratitud. A más sientas gratitud por tu vida, más cosas buenas y maravillosas vendrán a ti.
Gracias por leerme 🙂 En mi instagram encontrarás un vídeo que he editado de 1 minuto, con algunos de los vídeos que he grabado con el móvil.
¡Enjoy!