The ING New York City Marathon – a través de los ojos de Antonio
Ayer 25 de marzo se llevó a cabo la Marató de Barcelona. Después de cuatro años trabajando en la organización (RPM RACING) me ha traído muchos recuerdos de aquella época de mi vida. Siempre he pensado que yo (ni de coña) correré un Maratón. Pero la semana pasada recibí el email de Antonio explicándome la experiencia inolvidable que tuvo en el Maratón de Nueva York y tengo que decir que … gracias a él y al entusiasmo que le ha echado contándomelo… creo que he decidido prepararme para el Maratón de NY del 2013. Sé que antes está el del 2012, pero no creo que esté preparada ni física, ni económicamente, así que más vale hacerlo con tiempo. Si hay alguien que se quiera animar, que me lo diga. Tal vez esta locura me dure 1 mes o 4 días. Ya os lo haré saber más adelante.
El próximo Maratón de Nueva York es el 4 de noviembre 2012. Si queréis saber como funcionan las inscripciones, os dejo la carta de Antonio. Él os lo va a explicar mejor que yo. Realmente el post de hoy es largo, pero os vais a echar unas risas con su experiencia. ¡Gracias Antonio!.
The ING New York City Marathon / Para inscribirse haz click aquí.
Carta de Antonio:
Nuestra amiga Bianca me ha ofrecido el poder contar mi experiencia del maratón que corrí en Nueva York en 2009, para mi es un honor poder compartirlo con todos vosotros y podreís ver que somos bastantes los que estamos enamorados de esa ciudad.
Corría el año 2006 cuando aún me fumaba mis dos paquetes de ducados que mi cabeza dijo que habría que dejarlo. Así pues un 10 de Febrero apagué el último cigarro. Compré una hucha y ahí iba metiendo el dinero que no gastaba en tabaco. Llegaron las vacaciones y le dije a Carmen, mi máquina de reñir o esposa, que nos ibamos a ir a Nueva York.
Ella había estado dos veces y me decía que quería volver, yo era un poco reacio al pueblo americano, aparte que me era imposible estar 8 horas en un avión sin fumar, el caso es que con ese dinero y algo más hicimos nuestro primer viaje a Nueva York. Por supuesto fue un flechazo ya desde el taxi, me enganchó desde el primer día, y por supuesto la gente, estaba yo muy equivocado respeto a la gente americana.
A los días de estar ahí, le dije a Carmen que tenía que correr el maratón de Nueva York, así conoceré sitios de la ciudad que de otra forma no conocería. He de decir que soy Aragonés, si se mete algo en la cabeza, hay que hacerlo, ya lo dice el chiste….”¿Cómo meterías a 30 aragoneses en un mini?”…pues….”Diciéndoles que no caben”.
Volvimos a Zaragoza y no me podía quitar la idea del maratón. El primer día de entreno le metí unos 300 o 400 metros corriendo y echando el alma por todos sitios, la cosa pintaba muy dura, pero cada vez que tenía algún dolor o quería parar e irme a casa, me acordaba de las calles de Nueva York, me imagina yo corriendo por ellas y la gente animando, así que seguí entrenando.
Empecé a conocer gente que corría, incluso gente que ya había hecho la maratón de Nueva York y todos coincidían que era el mayor evento para un corredor popular, incluso un corredor, que en Aragón fue de los mejores que hemos tenido en maratón, se ofreció a entrenarme. Para poder correr en Nueva York te hace falta acreditar una marca mínima que en mi caso con la edad que tenía entonces, era de 3 horas y 10 minutos, yo esa marca no la haré en mi vida, es correr mucho y hacía 3 años que me estaba comiéndome los paquetes de ducados, así que había otras opciones de poder correr, una es la lottery, entras en un bombo, si sales elegido adelante, sino otro año, y sino otro, y si al tercer año no has salido, corres sin necesidad de acreditar una marca. Buena opción pero yo necesitaba correr Nueva York YAAA!!!!, también había otra que era ir con una agencia digamos de viajes-atletismo, ellos te garantizaban el dorsal para poder correr, pero el precio iba subiendo el presupuesto.
Un buen amigo corría la Marató de Barcelona ese año y le pedí que se pusiera mi chip en la zapatilla (cuando corres una carrera nos dan un chip que al pasar por unas alfombras registra nuestro tiempo de paso). Dijo que sí, que sin problema….hice una marca de 3 horas…. 🙂 …….que me dió el pase a correr Nueva York. Reconozco que no fui muy legal, pero Nueva York te hace hacer esta clase de locuras.
A los pocos días me mandaron un correo con el asunto “Accepted”. Recuerdo ese día como si hubiera sido ayer. Eran las 8 de la tarde, volvía de entrenar y estaba solo en casa, mientras me quitaba la ropa de correr encendí el ordenador para pasar los datos del entrenamiento al ordenador…sí sí, como si fuera un profesional. Al salir de la ducha veo un correo de marathonmailer@nyrr.org que me dice que tengo dorsal para correr, que era “Accepted”.
Gritando como un loco y diciendo “¡¡¡SI SIIII SIIIII!!!”, empezé a llamar por teléfono a todo el mundo, nadie lo cogía, llamé a Carmen, buzón de voz, llamé a mis padres, no estaban, mi hermana tampoco, mi entrenador sabía que tampoco porque estaba corriendo, aiiiinssss que estrés cuando te pasa algo así y no puedes decírselo a nadie, cuando llegó Carmen y enseguida supo que algo bueno había pasado, no hizo falta decir nada, mi cara lo debía decir todo.
Le dije, traduce por favor….
“We are pleased to confirm that you have been accepted for entry into the ING New York City Marathon 2009. Our records have been updated to reflect your acceptance. Your entry number is 352986. Please include this number along with your name in any correspondence pertaining to the event.”
Tres días pasaron para que comprara los billetes de avión y reservara una habitación en el hotel Wingate by Windham, 7 noches, 2100 $, buen serruchazo, hotel muy bueno, con desayuno, gimnasio, nevera, microondas, cafetera, dos camas grandes, pero vamos, no hace falta tanto. Eso sí, la línea 1 de metro en la puerta como quien dice.
Llegamos a Nueva York y ya en JFK se veía el ambiente del maratón, mucha gente con chandal de su club de atletismo, caras de cansancio de los kilómetros acumulados pero con una sonrisa de oreja a oreja.
Llegó el día del Maratón. La organización me había dicho que debía coger el ferry que va a Staten Island a las 6:05 A.M, así que a las 5:30 más o menos salía del hotel con mi mochila y con una alegría de realizar mi sueño. En el metro ya iban muchos corredores, y también gente joven que venía de fiesta bastante perjudicados, pero sin ser patosos como son muchos en España.
Nos desearon mucha suerte y por fin subimos al barco, del barco a un autobús, cientos de autobuses cargaban corredores y nos llevaban al puente de Verrazano.
Nos mandaron a nuestros corrales y me quedo en pantalón corto, camiseta de manga corta y unos guantes, en la salida la cosa se empieza a prolongar, no sé que político da el discurso, otro lo mismo, en fin, yo me empiezo a enfriar y tengo que moverme, así que a dar saltos…..Suena el Himno cantado por alquien con una voz de la leche pero yo en esos momentos quiero salir de una vez, correr….correr por la ciudad de mis sueños…en esos momentos tenía 170 pulsaciones, estaba a tope, así que suena un cañonazo y a correr.
Sobre la carrera no puedo decir nada, es para vivirlo, todo que dijera se quedaría corto, bandas de música, gente animando, más bandas de música, más gente animando, y así 42,195kms.
Llegué a la meta y todo esto se acaba, se cumple un sueño, 3 horas y 45 minutos disfrutando de mi Nueva York, haciendo algo que me gusta, tengo a muchos amigos siguiéndome por internet, viendo mis pasos por los kilómetros, han sufrido más que yo porque son mis amigos y saben que era mi sueño correr Nueva York, y ven que ha salido demasiado bien…..
Al llegar a la meta tengo muchas ganas de llorar, y así lo hago, lloro de alegría, pronto viene un médico y me dice…. creo “Are you ok?”…..Yes yes Thanks very much…pero me mira con cara rara….Yo le insisto que estoy bien, y le sonrío, pero estoy deshidratado, con los músculos hechos tapioca, muerto de frío, pero muy contento.
Al que ven un poco mal lo apartan y un médico lo mira, si ve algo raro lo suben a un cochecito de esos de golf y lo llevan al hospital, por mucho que diga que no….Así que toca hacerse el tiarrón y decir baaah, ahora volvía y me hacia otros 42 km.
En esos momentos estoy como si hubiera ganado la medalla de oro de las olimpiadas, y todo sea dicho de paso, los voluntarios, el staff, la organización, el público, la policía, los bomberos…todos ellos te hacen sentir como si fueras el primero que cruzas la meta.
Voy hacia mi camión con mi número de dorsal, cojo mi bolsa y me voy a donde he quedado con mi mujer….
Ya está todo hecho, llamo a mi entrenador que ya sabe el tiempo que he hecho, está muy contento porque este sueño también es su sueño, le digo que he disfrutado muchísimo que estoy muy bien, que no he tenido muro y que estoy como una puta madalena llorando desde hace mucho rato.
Me dice que disfrute del momento y que lo pase bien, y así lo hago, sólo queda dejar la imagen de lo que para mi ha sido la experiencia de mi vida.
Vamos a coger el metro y los chicos del metro me tienen preparada una sorpresa, la estación está cerrada, tenemos que andar como 10 calles más hasta la próxima parada…total que más dá unos kilómetros más.
Yo llegué el 9.527 de 43.590, pero eso es lo de menos, la gente me pregunta si lo volvería a correr, y sin dudarlo les respondo que sí, el maratón tiene algo especial, igual que Nueva York, si juntas las dos, ocurren estas cosas.
Estuvimos algún día más en nuestra ciudad, la gente seguía con la medalla al cuello, yo no llegaba a tanto, tampoco hacía falta saber quien había corrido el maratón, no había más que ponerse en el metro y ver a la gente como bajaba las escaleras, como no, mi querida mujercita tuvo que inmortalizar el momento.
Espero que os haya gustado y si alguien se anima a correrlo sólo decirle que yo no hay día que no me acuerde, y ya han pasado unos años.
Gracias a todos.
Antonio
