El motivo principal por el que decidí viajar sola a Nueva York, fue conocer Nueva York. Siempre había querido ir, y por motivos personales ese viaje se había aplazado demasiadas veces. Nunca encajaba fechas con nadie o por temas económicos no encontraba con quien ir. Me cansé de esperar y esperar. Nueva York siempre ha sido la ciudad de mis sueños, el viaje de mi vida y cuando vi que se organizaban los viajes en grupo de Sola en Nueva York, pensé – algún día iré con esta mujer – y así fue.
Y llegó el momento, prácticamente no tuve miedos a la hora de inscribirme, fue todo muy rápido y me apunté de manera impulsiva sin pensar. Aunque luego pensé que las cosas a menos las piensas, mejor salen.
Los miedos que se me plantearon una vez ya apuntada, fue el pasar el control de inmigración, pensé que sería muy complicado. Otro miedo era el que me pasara algo y no pudiera llegar a realizar el viaje. En parte suelo ser una persona que viajo bastante, pero he de reconocer que atravesar el charco por primera vez y sola, impactaba.
¡Hoy en día no me arrepiento de nada!
Nada más aterrizar y subirme al taxi ¡fue como estar en una película! No me lo podía creer, estaba haciendo realidad mi sueño. Tenía la ciudad a mis pies y me la iba a devorar. Fue un subidón de adrenalina que creo que todavía me dura. Cierro los ojos y recuerdo el ruido de los taxis, de la gente que había poniendo orden en la cola, el bullicio ….. todo eran sentimientos nuevos.
Tuve la suerte primero de estar unos días sola hasta que empezó el viaje en grupo . Por una parte los primeros días fue como una sensación de libertad tenía todo el tiempo para poder hacer lo que realmente quería y no dude en hacerlo . Cuando ya me acoplé al grupo, nunca hubiera esperado encajar tan bien con mis compañeras de viaje. Nunca se me olvidará la primera noche después del encuentro y nos fuimos a cenar. Fue como desnudar nuestras almas a personas que no conocía de nada. Fueron días de muchas risas , de disfrutar al máximo, de conocer gente maravillosa y puedo decir que a fecha de hoy tengo un grupo de amigas.
Lo que mas me gustó de todo, que viví el viaje que yo quise. Fue el viaje perfecto!!! Nada salió mal y no me quedé con la sensación que me había faltado algo por hacer. Fue tener la sensación de una plenitud llena totalmente. Y lo más importante de estos viajes de Sola en Nueva York, es que consigue que lleguemos a aprender de nosotras mismas y que en la vida no hay límites que valgan. Me quedo con eso.
Para mi sí que ha habido un antes y un después de ese viaje. Hablamos de un antes de vivir siempre con miedos e incertidumbres. Tener inseguridades, etc… He de decir que el después lo ha sido todo. Vienes con una energía que pasado los meses te dura, te crees capaz de comerte el mundo, crees más en ti misma, vienes más segura porqué estás orgullosa de todo lo que has hecho y tú sola. Eres capaz de enfrentarte a miedos que antes no hubieras hecho ni loca. Afrontas la vida de otra manera, con otra forma de pensar, con otra actitud, un pensamiento mas positivo.
Y a veces cuando las cosas pueden parecer un poco oscuras, solo falta cerrar los ojos y dejarte envolver por esos sentimientos que se te quedaron grabados en el alma y te hacen reflotar como el ave fénix.
Si tuviera que recomendar a alguien viajar sola a Nueva York, para empezar le diría que el viaje sí o sí lo tiene que hacer sola, sin conocer a nadie. Porque el hecho de conocer a alguien ya te condiciona a conocer gente nueva. Es tan enriquecedor conocer gente nueva y conectar con ella, que si vas solo lo tienes mucho mas fácil. Por otro lado si vas sola, vas a tener tiempo para pensar en ti, ver hasta donde eres capaz. A veces la gente no quiere la soledad porque le da miedo, pero pienso que a veces es necesaria para llegar a conocernos a nosotros mismos. Así que si tienes esa sensación de romper con el mundo ¡vete sola!
Este viaje que yo viví con Bianca, fue un viaje con mucha humanidad y emoción. Un viaje con alma y ternura y mucho cariño.